La rinitis alérgica es una inflamación de la mucosa de la nariz como resultado del contacto con un alérgeno específico del aire a su alrededor. Existe una amplia variedad de fuentes de alérgenos como lo son las plantas, mascotas, ácaros, mohos e insectos.
La rinitis crónica (a largo plazo) generalmente es causada por alergias, pero también puede ser el resultado del uso excesivo de ciertos medicamentos, algunas afecciones médicas y otros factores desconocidos.
¿Cuáles son los síntomas de la rinitis alérgica?
Los síntomas incluyen la rinorrea (mocos), estornudos, obstrucción nasal y/o prurito (picazón) de la nariz.
Estos síntomas ocurren durante dos o más días consecutivos por más de una hora en la mayoría de los días.
Pero los síntomas que más nos deben preocupar son la fatiga, irritabilidad, rendimiento reducido en las actividades escolares y laborales, depresión y trastornos del sueño que se asocian a los síntomas nasales no controlados.
Se estima que alrededor del 30% de la población en Colombia tiene rinitis y Medellín es la segunda ciudad con mayor prevalencia de rinitis en Colombia. Desafortunadamente es una enfermedad que no se diagnóstica ni se trata adecuadamente y que impone una carga significativa al paciente como resultado de la reducción del rendimiento escolar y la productividad laboral. Además, que la rinitis se ha establecido como uno de los predictores para desarrollar asma.

¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento de la rinitis alérgica incluye la reducción de la exposición a los alérgenos y otros factores desencadenantes en combinación con la terapia con medicamentos. En la mayoría de las personas, este enfoque combinado puede controlar eficazmente los síntomas. El mejor tratamiento se elegirá según la frecuencia, gravedad de los síntomas, y lo más importante: las preferencias personales del paciente. Se buscará siempre recuperar la calidad de vida.
Tras identificar los alérgenos implicados, en ocasiones la evitación es el pilar de la terapia. Por ejemplo, se identificó en el prick test que la fuente de sensibilización es el perro. La solución sería evitar adquirirlo como mascota y reforzar medidas de medicación cuando sepa que estará en contacto con perros.
Pero ¿el perro es parte ya de la familia? Para eso existe la inmunoterapia alérgeno-específica, que induce tolerancia inmune para el alérgeno específicamente y en contraste a la terapia con medicamentos, los efectos persisten después de terminarla e incluyen la prevención de nuevas sensibilizaciones o la progresión a asma.
El hecho de que sea candidato para inmunoterapia depende de la historia y la alergia de cada paciente. Esto implica análisis de piel y / o sangre para confirmar el o los alérgenos específicos.
