La dermatitis de contacto es una reacción inflamatoria de la piel, producida por el contacto directo con agentes externos. Suele dividirse en dos grandes grupos: la dermatitis alérgica de contacto, que obedece a mecanismos inmunológicos y la dermatitis irritativa que obedece a mecanismos no inmunológicos (trauma repetitivo, quemadura, etc).
Los contactantes pueden encontrarse en el ambiente cotidiano del paciente, su hogar, escuela o lugar de trabajo y pueden incluir metales, pegamentos, plásticos, el caucho, fragancias, antibióticos tópicos, conservantes y productos químicos utilizados en aseo, cuidado del cabello y productos cosméticos.