Alergia a medicamentos

La mayoría de los medicamentos tienen estructuras que no son fácilmente reconocibles por el sistema inmune, son moléculas demasiado pequeñas para interactuar con los receptores inmunes con suficiente potencia para activar una respuesta inflamatoria.

Sin embargo, múltiples factores pueden llevar a que el medicamento sea reconocido por el sistema inmune y se desarrolle una respuesta inmune mediada por células o anticuerpos.

La mayoría de los efectos adversos a medicamentos no son por alergia y se deben a efectos farmacológicos conocidos del medicamento (mareo con algunos analgésicos, gastritis con los antiinflamatorios, etc), no responden a mecanismos inmunológicos, son previsibles y se tratan del 85-90% del total de las reacciones adversas a medicamentos.

¿Cómo se presenta la alergia a medicamentos?

Aunque las lesiones en piel son las manifestaciones más frecuentes, existen varias presentaciones clínicas que se clasifican en dos grupos grandes de acuerdo con el tiempo de inicio de la reacción después de la administración del medicamento:

  • Reacción Inmediata: ocurre durante la primera hora después de la administración del medicamento, los síntomas pueden ser tan leves como una urticaria aislada, angioedema, rinitis, conjuntivitis, o más prominentes como broncoespasmo, síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea) o incluso anafilaxia con o sin colapso cardiovascular (shock anafiláctico).
  • Reacciones no Inmediatas: ocurren con síntomas cutáneos y sistémicos variados entre una hora y varios días después de la toma del medicamento. Se encuentran manifestaciones leves como erupciones maculopapulares, erupciones medicamentosas fijas, y otras más graves como vasculitis y enfermedades ampollosas. Otros órganos pueden ser afectados incluyendo hepatitis, falla renal, neumonitis, anemia, neutropenia y trombocitopenia.

¿Cómo se diagnostica?

Es necesario un exhaustivo trabajo por parte del alergólogo para establecer una adecuada clasificación de la reacción que presentó el paciente y brindar la mejor información para tratamientos futuros.

El diagnóstico de alergia a medicamentos variará en función de que deba efectuarse en la fase aguda de la reacción alérgica o con posterioridad a la misma y una vez ya este resuelta. En ambos casos, la historia clínica será fundamental.

Durante la fase aguda, existen algunos marcadores en sangre que pueden ayudar a aclarar el diagnostico.

Tras la remisión de la fase aguda, el papel del alergólogo es averiguar si la reacción como tal pudiera haber sido una reacción alérgica a un medicamento, así como reconocer cuál medicamento pudiera haber sido el causante de la reacción. El alergólogo dispone de pruebas complementarias con utilidad en circunstancias específicas como el prick test, la prueba intradérmica, las pruebas de parche y la prueba de exposición controlada (provocación o reto) que ayudaran a tener un diagnostico acertado.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento va a variar según el tipo de reacción. En la mayoría de los casos basta con retirar el medicamento implicado para tener una resolución de los síntomas.

En aquellos pacientes alérgicos a un medicamento y que lo requiera sin tener ninguna alternativa, según el tipo de reacción, el alergólogo puede realizar un procedimiento para lograr la tolerancia de ese medicamento, el procedimiento se denomina desensibilización.

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